En un emotivo encuentro, 14 hermanos Juniores de los Terciarios Capuchinos – amigonianos, provenientes de diversas comunidades y provincias, se reúnen en la Casa Madre de la Provincia Buen Pastor en Costa Rica para iniciar un mes de preparación hacia la profesión de Votos Perpetuos. Esta experiencia, marcada por la fraternidad, el servicio y la reflexión, ha sido un paso significativo en su formación religiosa.

Inicio del Mes de Preparación

El curso comenzó el sábado, 15 de junio, en San Jerónimo de Moravia. Las primeras dos semanas estuvieron marcadas por experiencias prácticas de misión en lugares de frontera, incluyendo una experiencia de itinerancia franciscana de 2-3 días. El Superior Provincial, Pbro. Fray Carlos Luis Montoya Elizondo, quien, pese a su ausencia física debido a problemas de salud, envió un mensaje de ánimo y oración a los hermanos participantes​​.

Semana de Misión

La primera semana se dedicó a la misión con comunidades vulnerables. En el “Hogar Misericordia” en San José, los hermanos colaboraron con las Hermanas del Buen Pastor en la asistencia a migrantes, enfrentándose a duras realidades de abuso y peligros que enfrentan quienes buscan un mejor futuro​​.

En la región de “Los Chiles”, frontera con Nicaragua, los hermanos participaron en la organización Casa Esperanza, ofreciendo alimentos y apoyo a cientos de migrantes diariamente. Esta experiencia sensibilizó a los participantes sobre las dificultades y sufrimientos de los migrantes, fomentando una profunda reflexión personal y espiritual.

En la provincia de Limón, en Talamanca, convivieron con comunidades indígenas Bri Bri, compartiendo sus costumbres y necesidades. Este intercambio cultural y espiritual reforzó la misión de los hermanos de llevar esperanza y apoyo a las periferias​​.

Semana de Peregrinación

La siguiente fase del mes fue una peregrinación que inició en “Rancho Redondo” y culminó en la Iglesia Colonial San José de Orosi. Durante esta caminata, que abarcó más de 40 kilómetros, los hermanos visitaron parroquias históricas y la Basílica Nuestra Señora de los Ángeles, patrona de Costa Rica, donde celebraron una eucaristía de acción de gracias​​.

La peregrinación no solo fue un desafío físico, sino también una oportunidad para la reflexión y el fortalecimiento espiritual. Los testimonios de los hermanos reflejaron una experiencia de comunidad solidaria, conexión con la naturaleza y una renovada comprensión de su vocación​​.

Semana de Relaciones Sanas y Resolución de Conflictos

Del 1 al 7 de julio, los hermanos dedicaron su tiempo a profundizar en el tema de las relaciones sanas y la resolución pacífica de conflictos. Esta semana, centrada en el desarrollo personal y grupal, está diseñada para fortalecer la convivencia y el entendimiento mutuo dentro de la comunidad religiosa.

Reflexión Final y Encuentro con el Consejo General

 La cuarta y última semana se centrará en la reflexión personal y grupal de las experiencias vividas desde el ideal amigoniano. El curso culminará con un encuentro con el Consejo General ampliado el sábado 13 de julio y un día festivo el domingo 14 de julio, marcando el cierre de este significativo mes de formación​​.

Un Camino de Discernimiento Vocacional

Siguiendo las orientaciones del Plan de Formación para toda la Congregación (PFEC 104), este mes de preparación se ha centrado en la identidad amigoniana unida a la fraternidad. La pregunta clave del mes formativo ha sido: ¿Cómo vivo relaciones sanas con los demás desde nuestro carisma amigoniano? ​​.

Los días de este mes han sido orientados a facilitar a los hermanos juniores su discernimiento vocacional frente al compromiso definitivo en la Congregación. Han sido días de encuentro consigo mismo, con los hermanos, con “el otro”, con el carisma y misión, y con Jesús, el Buen Pastor, quien los ha llamado y convocado a ser sus zagales y para crecer en la conciencia sobre todo ello.

Conclusión

Los Hermanos Juniores ahora se preparan para sus votos perpetuos, fortalecidos por las vivencias de este mes. La comunidad amigoniana celebra su dedicación y encomienda sus oraciones para que continúen su misión con el mismo fervor y entrega que han demostrado.

«Un mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros» – Juan 13,34-35

La experiencia vivida por los Hermanos Juniores en Costa Rica no solo representa un paso hacia sus votos perpetuos, sino también un testimonio viviente de amor y servicio al prójimo, inspirado por las enseñanzas de Jesús y el legado de nuestro Padre Luis Amigó.