El 30 de agosto, los padres José Oltra y Marino Martínez, iniciamos viaje al sur de Italia, Lecce, en todo el tacón de la bota, para iniciar la Visita Canónica. Hicimos el viaje Roma, San Giovanni Rotondo y Lecce a donde llegamos el jueves 31 hacia el mediodía.
Después de saludar a los hermanos: P. Cósimo Curali, P. Angello Nuzzo, P. Damiano Nuzzo y Padre Gioachino Tesoro, visitamos los cementerios cercanos para hacer una oración junto a los hermanos que aquí han hecho su tránsito a la Casa del Padre: P. Donato Gatto, P. Carmine y Antonio Perrone; P. Sebastiano Fatizzo, P. Emilio Eslava, P. Giovanni Vergallo, Fr. Marcos Imizcos y otros que no conocimos o recordamos.
Visitamos luego nuestra casa de Galátone – primer lugar en donde los Terciarios Capuchinos llegamos a Italia en 1928, al Castillo de la Familia Pignatelli, hoy en manos del Comune de Galátone, donde fue nuestro primer seminario y cuna de muchos religiosos italianos – allí encontramos a nuestro hermano el P. Giuseppe Gatto, religioso que desde hace un buen tiempo lleva esta casa y las varias actividades que allí se desarrollan.
El viernes 01 de septiembre, iniciamos formalmente la Visita Canónica con la Eucaristía en donde a diario se tiene la compañía de un grupo de laicas consagradas “Nuestra Familia” que viven cerca de casa.
La primera Asamblea Comunitaria la tuvimos a las 10.00 de la mañana, con la ausencia del P. Giuseppe Gatto. En ella presentamos las actitudes con las que llegan los visitadores, los núcleos temáticos de la visita y el modo en cómo nos proponemos conseguir estos objetivos.
En la tarde a las 17.00 hicimos el segundo encuentro y de lleno presentamos el Documento Despertad el Mundo, que es el eje de la visita a todas las comunidades, dejando explicado y trabajado el núcleo “Volver al Amor Primero”. La actitud de los hermanos es de mucha atención, alguna participación adecuada y profunda y sentimientos de aceptación por la doctrina presentada.
El sábado nos dedicamos a una de las propuestas más fuertes y amables de la visita canónica: Acompañar, animar y fortalecer a los hermanos.
El domingo presidimos la Eucaristía que la comunidad celebra para la casa y los vecinos a las 09.30. Posteriormente acompañé al P. Damiano Nuzzo a una clínica psiquiátrica que se atiende en los domingos y festivos, se celebra la Eucaristía y se da atención espiritual a las personas que lo solicitan.
En la tarde los visitadores y el P. Cósimo volvimos a Galátone y allí encontramos en primer lugar a las hermanas María Antonieta y Rominna, dos de las tres terciarias capuchinas que tienen una obra en Galátone y que funciona en nuestra casa en espacios cedidos por la Congregación y en comodato por cinco años.
Posteriormente encontramos al grupo de Cooperadoras Marianas, fundadas por el P. Mariano Ramo, de donde surgen los Cooperadores Amigonianos. Un grupo de unas 80 señoras, algunas ya mayores, de las cuales participan 20 en la reunión y nos cuentan de su ser y hacer, especialmente en las festividades religiosas de la Casa.
Concelebramos la Eucaristía a las 19.00 junto con el P. Oltra y presidida por el P. Giuseppe, animada por la buena coral amigoniana. Al final compartimos con la comunidad terapéutica Papa Juan XXIII, fundada por el sacerdote Oreste Bendi de Rimini y que en el tiempo de verano se alojan en la casa por vacaciones.
El lunes 04 de septiembre retornamos a nuestros encuentros comunitarios en la mañana para presentar el segundo núcleo de la visita, Retorno a la Vida Fraterna, acompañados esta vez por el P. Giuseppe; en la tarde hicimos el cierre de la Visita Canónica, con la presentación de los compromisos personales y comunitarios y luego de parte de los visitadores los Hallazgos y Recomendaciones.
Posterior al cierre, nos acercamos al responsable de la Asociación nuevo Viento quien nos contó en detalle el objetivo y los horizontes de este programa que tanto bien hace a los migrantes que en número de 24 ahora ocupan una de las alas de nuestro edificio y que encaja perfecto en una visión nueva de nuestra misión carismática.
También nos encontramos con una de las laicas consagradas de la Asociación Nostra Famiglia, fundada por el Beato Luigi Monza, quien ha ocupado el lugar en donde vivía el P. Marcos Imizcos y lo ha rehecho para allí dar atención a niños y niñas con minusvalías físicas o cerebrales. Un bellísimo apostolado y un trabajo de altura que ahora se aloja en nuestra casa y misión de Lecce.
El martes 05 después de la Eucaristía y el desayuno, partimos hacia San Giovanni Rotondo.