Los niños felices de Benín: Ecos de alegría en el inicio de la visita canónica en África

Desde que llegamos a la comunidad de Calaví, en Benín, Fr. Salvador Morales y yo, Fr. Jens Müller, delegados del P. General para iniciar la visita canónica en África, fuimos recibidos con un cariño que rebosa las fronteras de lo común. Nuestra comunidad «Mártires Amigonianos» es conocida por su calidez, y esta visita canónica no fue la excepción.

Esta casa, corazón de la formación amigoniana para África occidental, es un bullicio de vida y fe. No solo sirve como un lugar de culto, sino que también, recientemente en octubre de 2024, ha visto el nacimiento de un colegio amigoniano, el primero en esta tierra, promesa de un futuro lleno de esperanza.

El equipo aquí, incluyendo a los hermanos Fr.Sanctus Morand Avlessi, Fr. Sosthène August Musso, Fr. Jesús María Etxetxikía, Fr. Alexandre Zianse, y Fr. Joël Bokossa —quien actualmente se encuentra en España apoyando una campaña de solidaridad—, todos ellos se desviven por imprimir en cada acción el carisma amigoniano.

Tras la misa de apertura y nuestra primera reunión comunitaria, uno de los primeros momentos destacados fue la visita al nuevo colegio. Ver la reacción de los primeros 87 niños, con edades de entre 3 y 8 años, al encontrarse con nosotros fue un espectáculo de puro asombro. Al principio, la novedad de ver a personas de piel blanca les causaba cierta inquietud, pero pronto, con nuestros saludos y la guía de sus profesores, su temor se transformó en abrazos que no querían soltar.

El impacto de nuestra presencia se sintió aún más cuando visitamos la comunidad de las Hermanas Terciarias Capuchinas en Glo. Allí, en aquel entorno más rural, los niños se mostraron incluso más extrovertidos, despidiéndonos al final con un entusiasta «Buenos días, ¿cómo están?» en castellano, una lengua que les es tan extranjera como nosotros mismos.

Continuamos nuestro programa con más reuniones — sobre sinodalidad, ambientes sanos, y encuentros con aspirantes, novicios, y líderes parroquiales. También viajamos a Ouidah, para visitar a nuestras hermanas Terciarias y explorar el histórico templo al Pitón, así como la primera basílica católica de Benín, construida en 1905. No lejos de allí, nos enfrentamos a la sombría historia del comercio de esclavos, un legado de dolor que aún resuena en el aire.

El final de nuestra visita fue una cena de fraternidad el sábado, donde se unió el P. Teodoro, párroco local. Este momento fue un reflejo del espíritu de escucha y conexión que buscamos fomentar.

Gracias a esta experiencia de fraternidad universal, regresamos con el corazón lleno, especialmente impresionados por la espontaneidad y la sonrisa contagiosa de los niños de Benín, pequeños grandes promesas de un futuro amigoniano lleno de luz y alegría.

Fr. Jens-Anno Müller – Vicario General

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