Visita pastoral a la Provincia Buen Pastor por parte del Padre General, Vicario y Ecónomo de la Congregación.

El pasado, 30 de noviembre, culmino la visita por parte del Superior General de la Congregación, P. Frank Gerardo Pérez Alvarado, acompañado por el P. Jens Anno Müller, Vicario General y Fr. Cesar Valencia, Ecónomo General a la Provincia del Buen Pastor, visita iniciada el día primero del mismo mes. La provincia del Buen Pastor se caracteriza por su amplia presencia en ocho países de centro y norte América así como en el Caribe.

Visitar a los hermanos tan dispersos en tiempo de pandemia resulta todo un desafío, pero mereció la pena, comenta con entusiasmo Fray Cesar, ecónomo general, que pasó por varias comunidades de esta demarcación por primera vez.

El motivo de esta visita, aparte de pasar una vez al trienio por las casas de la Congregación y acompañar a los hermanos, consistió en continuar con la sensibilización sobre el Camino sinodal amigoniano, iniciada con las comunidades de Colombia. Además se aprovechó la oportunidad para presentar el documento “Ambiente sano y seguro” sobre la protección de personas vulnerables en nuestra Congregación a las comunidades, recientemente editado e impreso.

Con estos propósitos los tres hermanos de la Curia General iniciaron su viaje por la provincia del Buen Pastor en Guatemala, donde la comunidad formativa atiende a los postulantes y de momento dos aspirantes. Durante los tres días de estancia, aparte de dialogar con los hermanos y formandos, tanto en comunidad como a nivel personal, se pudo realizar una salida comunitaria al lago de Atitlán.

La siguiente parada fue en República Dominicana, donde el famoso “Refor” en San Cristóbal, el Instituto Preparatorio de Menores – IPREME, está en reconstrucción total. Por eso la comunidad vive desde unos años en dos pabellones provisionales y precarios, lo cual da pie a una vida comunitaria de gran sencillez y apoyo mutuo. Hubo reuniones con la comunidad, con nuestras Hermanas Terciarias y con un grupo de laicos amigonianos, que se volcaron para dar la bienvenida al Padre General.

Después de otros tres días el grupo pasó a la isla vecina de Puerto Rico, concretamente a la capital San Juan. Allí se encuentran en un mismo terreno la “Casa de niños – Fernández Juncos” y el “Politécnico”, Colegio de atención especializada para jóvenes desfavorecidos, ambos atendidos por nuestros hermanos junto con laicos amigonianos. Aparte de las reuniones con la comunidad, con los laicos y con el obispo de San Juan, Monseñor Roberto González, Fray Cesar inició un proceso de acompañamiento técnico con los hermanos en vista de una certificación de calidad.

La cuarta estación del “tour” llevó a los tres viajantes a Panamá, a nuestra casa del “Centro Vocacional Chapala”. Coincidió su presencia con un concierto de música clásica panameña en favor de los muchachos del centro, que prestaron gran atención a la orquesta sinfónica juvenil de La Chorrera. Los otros días, una vez más, estuvieron dedicados al acompañamiento de los hermanos y a diálogos sobre el camino sinodal. También hubo un momento para visitar a nuestras Hermanas Terciarias en su comunidad muy cerca del aeropuerto y las Hermanas de la Anunciación, que desde muchos años colaboran en la administración del Centro y en la atención a los jóvenes.

Desde allí se pasó a Costa Rica, donde cada uno de los tres días estaba dedicado a una comunidad: la de la Curia Provincial, la del Noviciado y la del Centro Juvenil. Aún así hubo la oportunidad de acompañar a nuestras hermanas en el duelo por la muerte de su hermana Teresita, de encontrarnos con nuestro hermano Monseñor Bartolomé y de visitar las dos sedes del programa “Asoni”, un proyecto preventivo para casi 300 niños en alto riesgo de exclusión social, del cual hemos asumido la dirección desde hace cinco años.

El final de la visita marcaron los hermanos en Querétaro, donde el P. Frank formó parte de la comunidad antes de ser elegido Superior General. Así que hubo varios encuentros también con los laicos amigonianos y con el Obispo, Monseñor Fidencio. De esta manera ya se puso en práctica algo del camino sinodal amigoniano: caminando juntos al pueblo de Dios. También se tuvo la oportunidad para una excursión comunitaria a la montaña del Cerro de San Andrés, un lugar de pura naturaleza para disfrutar de la fraternidad universal.

Por desgracia no fue posible visitar los hermanos de Nicaragua ni de Venezuela por los problemas políticos y sanitarios de este momento. Con ellos la visita se tendrá que realizar a través de encuentros virtuales.

Después de este tour queda a los tres hermanos de la Curia General la sensación de un gran agradecimiento por tanta buena acogida y tantas atenciones para con ellos. La dispersión de la Provincia del Buen Pastor es un reto para la comunión, que se ve dificultada por las distancias geográficas y los desafíos de la pandemia. Pero con las actitudes de la sinodalidad, de la fraternidad y de la comunión se superan las dificultades y es posible una fraternidad amigoniana que supera las fronteras.

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