En Roma, Casa General, ha dado inicio al Curso Amigoniano de Renovación «CAR,» que se llevó a cabo desde el 16 de julio hasta el 15 de agosto. Esta enriquecedora experiencia congrego a hermanos de tres demarcaciones que, en este mes han parado sus actividades cotidianas para vivir esta experiencia de renovación. Además, está actividad posibilita el intercambio de experiencias, la diversidad y la interculturalidad.
La primera semana del curso se ha enfocado en el «encuentro con uno mismo y la vivencia de la afectividad y sexualidad», liderada por dos expertas del equipo «RUAJ» de España, acompañadas por el P. General, Frank Gerardo Pérez Alvarado.
La segunda semana, el tema a cargo fue «Proyecto personal, compromiso con uno mismo y encuentro con el hermano,» y estará dirigida por los profesionales Carlos Ávila y Elizabeth Nava.
La tercera semana slos hermanos han disfrutado de un retiro espiritual en Asís, del 1 al 8 de agosto, bajo la guía del sacerdote capuchino Fr. Jaime Rey.
“En camino con Francisco en Asís”
Después de los quince días en Roma reflexionando sobre nuestra propia historia vital ayudados de la psicología, esta semana con nuestro amigo capuchino, Jaime Rey, en Asís ha sido un gran regalo para los religiosos participantes de este curso, los ocho hermanos de Hispanoamérica y España, que se embarcaron en el mes de renovación ofrecido desde Curia General.
Jaime nos acercó con su estilo propio e incisivo al Francisco abierto a todo lo que Dios le quería decir inspirado siempre en el Evangelio.
Partiendo de lo vivido por Francisco nos llevaba inmediatamente al terreno personal de cómo vivir hoy nuestros compromisos evangélicos en la vida fraterna en madurez y libertad.
El mensaje es claro: tenemos que despertar el sueño de la fraternidad en nosotros. La relación con Dios “transita” por la relación con los hermanos.
Estamos llamados a contemplar y sentir como Francisco la belleza en todo y el Bien en los demás.
Compartir vida es más que vivir juntos. Todos necesitamos experimentar momentos felices y sentir que otros caminan cercanos sobre todo en tiempos recios de lucha y dolor.
Después de esta semana llevamos en nuestro interior algo sentido intensamente y que nos quiere seguir alimentando en nuestro diario vivir.
(Una semana con nuestro hermano Jaime en Asís se la deseamos a otros muchos).
Finalmente, la cuarta semana ha sido en Valencia (España), donde los participantes tuvieron la oportunidad de reencontrarse con las raíces carismáticas y renovar su compromiso religioso.
Reviviendo nuestras raíces amigonianas
Después de la intensiva semana en Asís con el capuchino Jaime, viajamos a Valencia para dejarnos impregnar de la espiritualidad amigoniana con las vivas reflexiones del Padre Vives partiendo de las Obras Completas, de las distintas Constituciones y de otros escritos. Hicimos la ruta amigoniana comenzando en la Magdalena y pasando después a Masamagrell. Allí celebramos la fe con la Eucaristía. En la ciudad de Valencia recorrimos los lugares de la infancia de Luis Amigó. Sobre todo, para los cuatro hermanos sudamericanos fue muy enriquecedor el estar presencialmente en los lugares amigonianos. Muy enriquecedores fueron las visitas y encuentros en nuestras presencias amigonianas, en Torrent, La Colonia y en los diversos proyectos donde trabajan tantos laicos amigonianos comprometidos.
Emotivo fue para más de uno el encuentro con los hermanos mayores del Seminario. Algunos se alegraron de encontrarse con hermanos que habían vivido en nuestras casas de América.
Disfrutamos también de los momentos en la playa que aliviaban un poco después del intenso calor veraniego.
Los encuentros distendidos al final de la jornada en la terraza de Godella enriquecieron la fraternidad.
Y después de un mes intenso en contenidos y de muy buena convivencia y cercanía llegó el momento de la despedida. Ahora volvemos a nuestras comunidades a vivir algo de lo que hemos recibido en este tiempo.
José Luis Gómez de Segura
Durante todas estas semanas de fraternidad, aprendizaje y reflexión, contaron con el apoyo y acompañamiento del Vicario General, P. Jens Anno Müller.
“La renovación y actualización de nuestra vida forma parte de nuestra vida consagrada. “Fomenten los superiores este espíritu de renovación y cada religioso asuma la responsabilidad de su formación permanente” (Constituciones 82