Familia amigoniana filipina en modo sinodal

La “Casa de Formación” en las afueras de Manila en la ciudad “General Trias”, en la provincia de Cavite, es grande. Se le puede llamar el “Godella” de Filipinas, ya que fue durante 20 años el “seminario” para muchos aspirantes a la vida consagrada amigoniana.

El pasado Sábado, 14 de Enero de 2023, resultó casi pequeña para acoger a tantos representantes de los varios grupos laicales y de las comunidades religiosas amigonianas de la zona de Metro Manila. Más de 60 laicos y 15 frailes aceptaron la invitación del P. General Frank Gerardo Pérez Alvarado y del Padre Delegado Renante Pabilico, a realizar un día entero con el tema del camino sinodal amigoniano. El grupo más grande de los laicos eran las cooperadoras amigonianas de Makati y Cavite, luego también estuvieron las empleadas, voluntarias y exalumnos del hogar Friendshiphome de Malate, los empleados de la parroquia de Makati y el grupo de Juvam de Cavite. La casa vibraba con tantas expectativas positivas.

Todo comenzó a las 9 de la mañana, después de superar el tráfico de Manila y de reparar alguna rueda reventada. El P. General saludó a la gran familia reunida, abrió el día con la invocación al Espírito Santo y pasó el micrófono a los tres novicios, que cantaron a tres voces la canción “one home” – “una casa”, con la que habían concursado en el song-contest amigoniano del octubre pasado. Ambientados de esta manera, todos escucharon la presentación de las 5 temas y 4 ejes transversales del camino sinodal, que fueron explicados por el Padre Jens Anno Müller, Vicario General, y el P. Renante en inglés y tagalo con sus respectivas preguntas formuladas de manera apreciativa.

Después de una breve pausa se separaron laicos y religiosos para la primera ronda de trabajo. Los religiosos tuvieron un tiempo de reflexión personal para contestar a sus preguntas, y los laicos se juntaron en grupos pequeños de a cuatro para iniciar el proceso de discernimiento.

A las 12 tocó la campana para una comida fraterna de gran variedad, todos habían traído algo para llenar la mesa grande del buffet. La sobremesa duró hasta las 13.30, que a esa hora, tocando nuevamente la campana, comenzaba la segunda ronda de trabajo. Esta vez los religiosos se reunieron por comunidades para un compartir sinodal, y los laicos continuaron profundizando las preguntas apreciativas.

Una hora más tarde se juntaron todos nuevamente en la sala grande, para la tercera ronda, esta vez se mezclaron los grupos pequeños, que resultaron formados por 4 laicos y 1 religioso. En esta última ronda se trataba ya de compartir los sueños sobre la familia amigoniana, los pasos concretos para realizarlos y la disponibilidad de cada uno. En el compartir a continuación en la asamblea grande se podía sentir el gran entusiasmo que todas y todos habían puesto en este día.

Esa energía la llevaron todos a la eucaristía en la capilla de la “casa de formación”, donde reunidos alrededor del Buen Pastor y animados por la música de los novicios y religiosos jóvenes, celebraron el ser familia, dando gracias a Dios por su vocación y por ese día tan esperanzador. La misa terminó con la invitación del P. General, de que los religiosos siguiesen cuidando el rebaño de los laicos de la familia amigoniana, y que los laicos, que son sobre todo laicas, cuidasen con afecto materno, también de los religiosos.

Al final del día quedó un buen sabor de boca, muchos resúmenes escritos de los diferentes grupos como contribución filipina para el “intrumentum laboris” del sínodo amigoniano y muchas ganas de ser familia amigoniana en comunión y misión, siendo creativos en favor de los jóvenes más desfavorecidos, que en Filipinas no faltan …

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