Concluido el Encuentro del Gobierno General y el Provincial de Luis Amigó como apertura a la Visita Canónica y celebrado con solemnidad y pasión el Tránsito de nuestro Venerable Padre Fundador, dimos inicio a la Visita Canónica a esta gran comunidad compuesta por 16 hermanos, de los cuales, solo Fr. Antonio García, quien vive la experiencia de la Ruta Francisco Amigoniana, no participó de ella.
Aquí, más que muchas otras comunidades, y dadas las especiales características de ella se hizo patente la propuesta que nos hemos trazado para esta visita: ACOMPAÑAR, FORTALECER, ANIMAR.
Aún así, mantuvimos los encuentros previstos para presentar el Documento “Despertad al Mundo”, el que junto con las Constituciones, nos propiciaron mantener un diálogo del alma, fecundo y apacible sobre nuestra opción personal y relación con el Señor, y el significado de la vida comunitaria-fraterna en la actualidad que vive cada hermano.
Tuvimos la oportunidad de acompañar a los hermanos en las múltiples actividades que desarrollan en sus dos presencias comunitarias, al frente de las Escuelas Profesionales Luis Amigó, de larga tradición en Valencia, con 2367 alumnos y 160 profesores, que educa, sobre todo desde la Formación Profesional, en un ámbito bien amigoniano, acogiendo chicos que son excluidos del ambiente educativo, y entre ellos algunos de la Colonia San Vicente o con problemas con el sistema penal.
Acompañamos las celebraciones de inicio de año académico con cada uno de los grupos de trabajo que se propusieron y presididas por el P. Juan Antonio Vives y el P. Rafael Monferrer, donde pudimos saludar a todos los chicos y dejarles una palabra pedagógica.
Nos encontramos con los diez laicos que componen el Equipo Directivo del EPLA. Una reunión informativa, pero sobre todo, para hablar desde el corazón, por el significado de ellos como maestros de vida en la Institución, la fecundidad de su presencia entre los chicos y con los compañeros profesores y la riqueza que significa para sus vidas personales y familiares. Muchos años de identidad y mucha pasión sentida y entregada a los muchachos.
Celebramos la Eucaristía Dominical con la gente de los alrededores que llenaron la emblemática capilla del seminario. Aprovechando la fecha del Tránsito presentamos al amado Padre y sus Congregaciones y la misión apostólica y carismática.
Pudimos encontrarnos con los grupos de la familia amigoniana de Burjassot y de Oliva, con quienes compartimos la alegría de nuestra identidad amigoniana, a la vez que ellas (casi todas señoras de avanzada edad) contaban con pasión lo que significaba la pertenencia a esta familia y lo que Dios ha obrado en sus familias a través del P. Fundador.
El martes 03 de octubre junto con el P. Javier López, superior de la Comunidad del Convento de Monte Sion en Torrente, nos visitó Monseñor José Javier Travieso, Obispo del Vicariato San José del Amazonas en el Perú, quien viene para solicitarnos formalmente la presencia en ese territorio de Misión de una comunidad de siquiera tres religiosos, del que uno al menos, sea sacerdote. Con mucha sinceridad nos dice que nada nos ofrece, porque nada tiene; esa es la pobreza que experimenta la gente que habita esta tierra. La propuesta queda abierta a todos los hermanos y ojalá que algún laico se uniera a esta misión.
El viernes 06, antes de la Visita de Cierre de la Visita Canónica para evaluar, presentar los Compromisos Personales y Comunitarios y hacer entrega de los Hallazgos y Recomendaciones por parte de los visitadores, subimos en la mañana al Monasterio de San José y Santa Teresa que en el municipio de Serra, en la Sierra de la Calderona, tienen las Monjas Carmelitas y del cual la Congregación ha tenido la Capellanía, aproximadamente desde 1925, ininterrumpidamente.
Cómo no resaltar la inmensa ternura que los hermanos todos de la Provincia tienen por nuestros hermanos mayores, y de manera especial, los hermanos que más de cerca están, al cuidado de ellos en esta casa y comunidad. No falta ningún detalle; sobresale el afecto, la delicadeza, la cercanía, el cuidado amoroso por cada uno de ellos, la preocupación constante. Son las joyas de la Congregación y esta casa es nuestra caja fuerte y cómo tal la cuidan todos los hermanos. Que Dios bendiga este servicio y generosidad.
El EPLA es el Colegio más grande que, por número de alumnos, tiene la Congregación. Allí se mantienen vivos el carisma y la Pedagogía Amigoniana, que desde los tiempos del P. Mariano Ramo y con cada hermano que allí ha vivido, hasta los últimos, P. Rafael Monferrer, como Director y P. Juan Antonio Vives como administrador y responsable de la pastoral, lo han engrandecido y lo han llenado de sentido en el contexto social y pedagógico de la región. Hoy con el Equipo de Titularidad de la Provincia, lo llevan los laicos que han heredado nuestra espiritualidad carismática y la Pedagogía Amigoniana. En buenas manos está.