Referirse al sentido amigoniano del Departamento de Pedagogía es conectarse con una serie de cualidades que distinguen y definen la obra de Fray Luis Amigó y adquieren valor a través del tiempo. Es una oportunidad para dialogar acerca de la manera cómo se vive y promueve el amigonianismo en diversos escenarios del mundo, diálogo que surge de la necesidad por releer y reinterpretar las obras misionales a la luz de un acontecer transformador.

Se piensa que en las obras amigonianas es necesario crear y recrear continuamente la vida desde la consideración de la diversidad y el respeto que impone la moral y la ética a toda expresión vital, hasta la materialización en acciones, palabras, gestos y procesos que dignifican al ser humano que las conforma. Este proceso favorece la conservación de la alegría fraterna que caracteriza al amigoniano, la fortaleza que impulsa la obra social y la templanza que hoy más que nunca requiere el mundo para hacernos más humanos, y de esta forma reflejar con mayor contundencia el rostro afable del Dios que nos acoge con amorosa benevolencia.

Las obras amigonianas no son estructuras puramente formales sino que son la vida que les imprimen todas las personas que las conforman, son de un dinamismo aleccionador ya que escenifican como práctica social lo pedagógico y están a la vanguardia de los requerimientos de las personas y colectivos sociales que demanden de sus servicios.

En este horizonte, el Departamento de Pedagogía Amigoniano existe porque es el garante de la pedagogía y la espiritualidad amigoniana. Contribuye en la materialización de la misión, visión, principios y filosofía congregacional a través de la búsqueda, planteamiento e implementación de mecanismos participativos, dialógicos, reflexivos y preventivos para devolver al camino de la verdad y del bien a tantos niños, niñas, adolescentes y jóvenes que van por el mundo casi siempre confundidos en la denegación de su propia identidad, y en consecuencia de su dignidad de hombres y mujeres.

Al existir aporta en el entendimiento de la época y la cultura, y favorece la comprensión de la realidad y el equilibrio social que lleva al ajuste entre las personas y el mundo: el amigonianismo le apuesta al encuentro con el otro permitiendo la construcción e integración de una sociedad mejor y más justa gracias al amor misericordioso, la entrega, la fortaleza y la abnegación.

Desde una concepción teórica y práctica el Departamento de Pedagogía genera las condiciones propicias para crear el acto pedagógico, entendido como esa razón de ser que mueve a los amigonianos a promover acciones de resignificación en las personas, reconociendo en ellas lo más valioso de su propia historia. Suscita al desarrollo de saberes y los articula con la experiencia, haciendo de la acción amigoniana un entramado de espacios, circunstancias y acontecimientos que buscan la emergencia de nuevos proyectos de vida.

Finalmente, se convierte en pilar de todos los espacios de interrelación en el que se desarrollan las acciones amigonianas porque favorece la defensa de los derechos humanos y la formación en valores, posibilitando la comprensión e interpretación del hombre como ser humano integral, libre, responsable, consciente de su papel social, protagonista de su propia vida y abierto a la trascendencia.